12 septiembre 2013

2 de septiembre 2013: Refugio Respomuso

Mis incursiones por los Pirineos han sido escasas, tan sólo pequeñas escapadas a alguna cumbre de esta gran cordillera. Paradójicamente, cuando valoré la posibilidad de realizar el Trekking del Balaitús con Tocandocumbre los recuerdos que inundaron mi mente me trasladaron más abajo, al lado de preciosos lagos glaciares, los ibones, y sus aliviaderos valle abajo. Abundancia, agua, inmensidad, soledad ... imposible resistirse a encontrase en mitad de estas sensaciones. Ya no hay marcha atrás, ¡voy!

El primer día del trekking era sencillo, salir de la Presa de la Sarra, muy cerca del pueblo de Sallent de Gállego, con destino al Refugio del Respomuso siguiendo el cauce del Río de Aguas Limpias y a través de la gran autopista pirinaica, el GR 11. Un poderoso Sol alumbra nuestro camino: un precioso hayedo casi al principio, después barrancos que caen desbordados desde las cotas altas, restos de grandes neveros que debido a lo inusual de este año perduran en el fondo del valle y, arriba, las recortadas moles graníticas nos vigilan.

 Presa de Respomuso, Campoplano y Llena Cantal
La llegada Respomuso, es tal cual la había esperado, me habían hablado tan bien de este sitio y había visto tantas fotos de este lugar que casi, casi podía imaginármelo. Me sorprende, no obstante, lo bajo que está el nivel del agua en el pantano. Enclave increíble en el que pernoctaremos dos noches en un refugio con todos los servicios, incluyendo ducha de agua caliente en nuestro baño personal dentro de la habitación ... 


Refugio de Respomuso, Gran Facha, Campoplano, Llena Cantal

26 junio 2013

Canal de Reñinuevo

Un día, por casualidad, me enteré de la existencia de esta recóndita canalización a través de unas fotos. Un canal de agua construido a principios del siglo XX con los medios de la época con la finalidad de la obtención de energía eléctrica. Imágenes para un sorprendente recorrido en la vertiente cántabra de Picos y que, desde entonces, se encontraba en mi lista de pendientes. En esta ocasión compartiré excursión con el Torrecerredo, club que me enseñó los señeros lugares Picos de Europa y fuente de buenos amigos. Los inagotables Picos, esos que todavía siguen sorprendiéndome con sus impactantes rincones ... 

Partimos del Jitu Escarandi, con una temperatura que en nada se corresponde a la época en la que nos encontramos. Comenzamos caminando por una pista que abandonamos pronto,  para comenzar un prolongado descenso, hasta el fondo del valle donde topetamos con el río Sobra que cruzamos fácilmente por un puente de piedra. Caminamos ahora por la senda de Traslapeña hasta llegar a un colladín donde se decide para  a reponer fuerzas y ahora ¿dónde miro? En contra de lo que suele ser habitual, nuestras miradas se fijan en el fondo del valle. Desde donde nos encontramos nuestra vista no alcanza a ver éste, pero sí se intuye el trazo de una línea que serpentea pegada a la peña, sin duda la canalización de agua del río Urdón, el motivo de nuestra presencia por estos lares.


Acometemos ahora un fuerte bajada que incluye una escalara tallada en la piedra y que termina con el sonido ensordecedor de la gran cantidad de agua que cae desenfrenada del rebosadero de la Bardina del Nacimiento. El camino bordea el cauce del río del que nos separa gran cantidad de apabullante vegetación, pareciera que estuviésemos en mitad de la jungla en lugar de a pocas horas de casa ... Cruzaremos este tremendo caudal desbocado por un puente desde el que apreciamos, aún más, la fuerza del agua.




Dejamos atrás las cascadas por un estrecho sendero en subida y, por fin, se produce nuestro primer encuentro con la canal de Reñinuevo. El canal tiene en el lateral que no está pegado a la peña un muro de contención de un medio metro de ancho y será éste sobre el que caminaremos siguiendo el camino de la corriente. ¡Vamos Cerreos!



Tranquilo caminar, con cuidado, pero sin un sentimiento de peligro, hasta que ... ¿quién se ha llevado la barandilla? Es increíble el poder de la mente, porque físicamente nuestra plataforma de apoyo tiene la misma anchura. Con un poco más precaución seguimos sin problemas y ... ¿qué pasa aquí? ¿El más difícil todavía? El muro de contención ya parece una barra de equilibrio ... Está todo previsto, esquivamos este escollo desviándonos del canal por un angosto sendero. Comienzo a comprender en qué consiste la ruta: un acercamiento al borde del canal cuanto éste lo permite y un "buscarnos" la vida por estrechos caminos en un sube-baja constante y rompepiernas.








De este modo discurrirán las siguientes horas: pasando por sedos al abismo, duchas imprevistas caídas de la peña, exuberante vegetación de una primavera a reventar y, por supuesto, ruptura de la quietud del lugar un nuestras continuas risas y parloteos. Cuando ya nos estábamos acostumbrados este deambular aparece el Corredor de Matallana: una pasarela de hormigón colgada al precipicio con una protección lateral bastante precaria ... 

Corredor de Matallana

No acabamos de recuperarnos cuando nos toca internarnos en un pequeño túnel escavado en la roca. Caminamos por unas planchas metálicas, bajo nuestros pies las aguas del canal que percibimos perfectamente entre los huecos que dejan travesaños laterales de nuestra pasarela, al frente la negrura y sobre nosotros el techo se sospecha cercano. Cuando por fin salimos a la luz retomamos los caminos a los que ya nos estamos acostumbrando. Finalmente llegamos a la caseta desde la que parte la tubería vertical para proporcionar el necesario salto de agua para generar la energía necesaria para mover las turbinas de la Central de Urdón, punto final de nuestra aventura y de esta auténtica obra de ingeniería.

Central de Urdón



14 junio 2013

El sonido del perfume


Anhelos de verano en el acto final de una primavera que no prospera. Día plomizo que alienta, aún más si cabe, el deseo estival. 

Encuentro inesperado y cita en unos minutos para departir con un buen café.

Tranquila espera en soledad.

Ojos curiosos de lo que sucede tras el ventanal, la ciudad se mueve, llena de calor y actividad compartiendo su espacio con un juego de agua artificial y el verdor explosivo de la vegetación urbana ...

El aroma a café inunda la estancia entremezclándose con el cálido sonido  de mis desconocidos compañeros vagabundos. Suena Video Games, el murmullo se va diluyendo. Mi cerebro centra toda su atención en sentir cada nota.

Una sutil ráfaga de perfume floral me imbuye en un lío de placenteras sensaciones a las que me rindo sin remedio.



16 abril 2013

14 de abril 2013: Caniellas

A doce kilómetros de Vega de Rengos por una preciosa carretera de montaña se inicia la ruta de hoy. La última vez que la recorrí el otoño enredaba caprichoso en los bosques tiñéndolos de mil colores y envolviéndolos en una tenue bruma. Hoy, sin embargo, comienzan muy tímidamente a desperezarse de un prolongado letargo preludio de la ya tardía sinfonía primaveral. Gillón es nuestro punto de inicio y la irresistible pirámide de cúspide blanca que se dibuja en el horizonte nuestro máximo anhelo.

Caniellas
Alcanzamos el precioso paraje de las Brañas Altas por buena pista y bordeamos un par de cabañas en perfecto estado hacia la ladera norte que nos llevará a próxima collada. Camino camuflado de blanco, acebos de un verde rabioso bajo un intenso cielo azul. Comienza el hechizo.



Al volver a cambiar de vertiente para bajar a la cabecera del Regueru del Rebollaz nos volvemos a encontrar frente a frente con nuestro objetivo ... continúa el embrujo. Pequeño descenso a media ladera por un angosto sendero entre acebos y escobas para encarar ya una dura pendiente hasta la Collada Chana justo en la base de nuestra aspiración. Tan sólo nos separan 300 metros del codiciado vértice geodésico que tanto ansiamos conquistar.

Emprendemos la ascensión por una zona pelada, en principio, que poco a poco da paso a un lío de escobas que con la altura intentan esconderse sobre un lecho de nieve. El embrujo al que nos tiene sometidos esta montaña nos hace olvidar lo complejo de la progresión. 

Desde la falda de Caniellas
La vegetación se difumina bajo nuestros pies al ganar altura bajo un copioso manto blanco sobre el que queda impresa la pasajera huella símbolo de nuestro esfuerzo.


Ya divisamos el vértice al fondo apostado sobre una espesa rimaya que nos preocupa en un terreno rocoso. Al llegar a la arista cimera sorteamos la gran capa de nieve por la otra vertiente sin mayores problemas y ¡deleite para los sentidos!


21 febrero 2013

17 de febrero 2013: La Paradiella

Dice que el diccionario que coleccionar significa juntar cosas por afición. El término cosas resulta bastante genérico por lo que dentro de este grupo bien pueden entrar las montañas. Superado este primer escollo  para dar por apta la definición, lo de la afición se presupone, pasando incluso a convertirse en obsesión o vicio. Cada excursión queda grabada por algún motivo. La que nos lleva a la Sierra de la Palanca supone el conseguir ese cromo que casi completa el álbum para algunos y, para mí, una nueva experiencia vagabunda en una inmejorable compañía.

El rumbo esta vez es Oeste hacia el occidente asturiano. Desayuno en Soto de Luiña y con  un corazón que nos endulza el día damos comienzo a la ruta el la plaza de la iglesia de Arcallana (Valdés).

Dejamos atrás el pueblo y caminamos por buenas pistas y, así, casi sin darnos cuenta, conseguimos divisar  nuestro objetivo que se presagia fácil de conquistar. Perfiles recortados de montañas nevadas se intuyen hacia el Sur, hacia el Norte casi al alcance de la mano, la mar. 

La Paradiella
Foto: Isabel Gómez
Dejamos las pistas y ascendemos por un corta fuegos y, poco después, llegamos al buzón de cumbres que tiene como fondo la recortada rasa costera occidental entre el Cabo Vidio y el Busto. El Pico Palancas o Paradiella presenta una altura muy modesta (715 m), pero es sin lugar a dudas es un estupendo mirador.

Cumbre Paradiella 
Foto: Isabel Gómez
El cómodo retorno lo efectuamos por los pueblos de El Pueble y Oucinera, concluyendo esta sencilla excursión justo en el momento que decide ponerse a llover. Aprovechamos esta disculpa para entregarnos al turisteo dominguero acercándonos al mar por el Cabo Busto.

Desde el Cabo Busto
Foto: Isabel Gómez

08 enero 2013

7 enero 2013: Niañu

Cuenta la leyenda que en las entrañas del concejo de Piloña el mismo Bencebú depositó una roca de dimensiones colosales. De este modo su inconfundible marca se quedó para siempre en ese lugar. Con los termómetros en negativo comenzamos a caminar partiendo del pueblo del Pedrosu, dispuestos a profanar dominios del Príncipe de las Tinieblas, decididos a hacer nuestro tan preciado botín fuera cual fuese el precio a pagar ... 

Caminamos por un buen camino paralelo al arroyo de la La Felguerina que nos hace ascender lentamente para desviarnos hacia la izquierda en el primer cruce de caminos animados por la inequívoca señal que nos indica la dirección a seguir .  Estamos aún en la umbría y la fuerte helada nocturna se hace sentir. Para cuando llegamos a la majada Pereda los rayos solares ya nos iluminan transmitiéndonos una sensación de bienestar. 

Pereda
El buen camino que traemos poco a poco se va difuminando, sin embargo el terreno es sencillo y salvamos la pendiente que nos resta para llegar al Colláu Niañu cómodamente. Una vez aquí nuestra vista se expande teniendo como telón de fondo las nevadas moles calcáreas de los Picos. Decidimos acometer la subida al pico a media ladera lo que nos lleva a vernos atrapados en un caos de escobas: naturales en un inicio y carbonizadas después. Arriba ya podemos distinguir el gran morrillo diabólico y un poco más abajo varios rebecos que escapan asustados a nuestro paso. 


Peñón del Diablo
Llegamos a la base de la gran piedra: mullido tapiz al resguardo del viento. Sin duda éste será el nuestro comedor en el día de hoy, pero antes tenemos alguna cuenta que saldar. Ni las famosas marcas del costillar del maligno son capaces de amilanarnos y con una pequeña trepada nos hacemos con nuestro preciado trofeo.


Con la sonrisa ya a flor de piel posteriormente alcanzaremos las dos elevaciones que se encuentran a cada lado del collado en el que nos encontramos: el Piedra y el Niañu cuyo nombre parece que es una derivación lugareña de la palabra diañu. A partir de aquí descenderemos, directa y nuevamente, al colláu del Niañu.


Piedra, Diente, Niañu y Colláu del Niañu
En pos de una ruta circular volvemos a salvar la pendiente que nos separa para llegar a Peñas Bravas. La luz del Sol nos alcanza ya de forma oblicua  y amenaza con esconderse rauda tras las vecinos cordales. Ya en sombra recorreremos el buen camino que dista entre el Colláu Andolléu al pueblo del Pedrosu.

Desde Peña Bravas
Una salida que nos recuerda que somos los dueños de nuestros miedos, que sólo nosotros somos los escribanos de nuestro destino en el que, incluso, podemos burlarnos del mismo diablo.

03 enero 2013

30 diciembre 2012: Tiatordos

El 2012 toca a su fin. Un año marcado por macrocifras económicas que apabullan y en el que el monte es sinónimo de sosiego. Vamos a por la última excursión del mismo: un "paseo" al Tiatordos desde Pendones (Caso). Un destino gestado a última hora fruto de la improvisación. Una meta que tiene el regusto de ser una cumbre mítica dentro de la orografía asturiana y suponer una nueva conquista para parte del grupo.

Bajo un cielo raso comenzamos a caminar enzarzados en un parloteo incesante colmado de ironía y ambiente navideño.  Pronto abandonamos la pista que cogimos en el mismo pueblo casín para caminar por empinados senderos que nos hacen ascender, paso a paso y  risa a risa, abocándonos, casi sin darnos cuenta, en la angosta Foz del Palombar por la que progresamos entre piedras hasta llegar a la Majada del Pláganu donde existe una fuente en la que es imposible abastecerse. Continuamos, pues nuestra mirada está hoy más arriba. Cruzamos una zona de escobas y pasamos justo al borde de unos tiazos de acebos. Hoy aprenderé que las bolas en las Naturaleza las llevan las hembras, lo del género humano parece ser que supone la excepción ... Ni una hoja en los árboles caducos y la nieve, aunque escasa, hace su aparición. Indudablemente el invierno está aquí.


Collada de los Acebos
Llegamos por fin a la Majada del Tiatordos ubicada justo en la base de la denominada montaña perfecta. Uno de esos parajes fascinantes que regalan los cordales de Caso. Desde aquí nos desafía el Maciédome. Aceptamos el reto, esa crestería ya se encuentra en nuestra lista de futuros proyectos.

Maciédome
Nos restan 400 metros de fuerte desnivel a la cumbre. Sin prisa, pero sin pausa vamos ganando altura. Cuando llegamos a la arista cimera contemplamos azorados como la impresionante pared nororiental se descuelga vertiginosa durante 500 m hacia el abismo del valle de Ponga. Con solo alzar la vista en el cercano horizonte los siempre sugestivos Picos. El vértice geodésico ya está cerca, nuestro objetivo está a punto de cumplirse, sólo nos separa del mismo unos pasos sobre una nieve dura que nos obliga a pensar cada paso que damos y ... ¡cumbre!

Picos desde el Tiatordos
Día de esos "que hacen afición". Mirada de 360º, borrachera total, embriaguez de endorfinas, éxtasis de montaña y frío, mucho frío.


Descendiendo de la cumbre
La comida tenemos que posponerla hasta descender, de nuevo, hasta la Majada del Tiatordos debido al gélido ambiente de la cumbre. Finalmente degustamos unos deliciosos dulces caseros navideños bajo un espléndido Sol que nos proporciona una buena temperatura. El extra de azúcar nos da las fuerzas suficientes para completar nuestro recorrido hasta Pendones. ¿Todavía alguien no entiende el porqué de nuestra afición?

Otro año por delante para llenarlo de nuevas crónicas montañeras y vagabundas, otro año para compartir  nuevos proyectos y experiencias con viejos y nuevos compañeros en este tremendo viaje que es vivir.

¡Feliz año vagabundo!