12 septiembre 2013

2 de septiembre 2013: Refugio Respomuso

Mis incursiones por los Pirineos han sido escasas, tan sólo pequeñas escapadas a alguna cumbre de esta gran cordillera. Paradójicamente, cuando valoré la posibilidad de realizar el Trekking del Balaitús con Tocandocumbre los recuerdos que inundaron mi mente me trasladaron más abajo, al lado de preciosos lagos glaciares, los ibones, y sus aliviaderos valle abajo. Abundancia, agua, inmensidad, soledad ... imposible resistirse a encontrase en mitad de estas sensaciones. Ya no hay marcha atrás, ¡voy!

El primer día del trekking era sencillo, salir de la Presa de la Sarra, muy cerca del pueblo de Sallent de Gállego, con destino al Refugio del Respomuso siguiendo el cauce del Río de Aguas Limpias y a través de la gran autopista pirinaica, el GR 11. Un poderoso Sol alumbra nuestro camino: un precioso hayedo casi al principio, después barrancos que caen desbordados desde las cotas altas, restos de grandes neveros que debido a lo inusual de este año perduran en el fondo del valle y, arriba, las recortadas moles graníticas nos vigilan.

 Presa de Respomuso, Campoplano y Llena Cantal
La llegada Respomuso, es tal cual la había esperado, me habían hablado tan bien de este sitio y había visto tantas fotos de este lugar que casi, casi podía imaginármelo. Me sorprende, no obstante, lo bajo que está el nivel del agua en el pantano. Enclave increíble en el que pernoctaremos dos noches en un refugio con todos los servicios, incluyendo ducha de agua caliente en nuestro baño personal dentro de la habitación ... 


Refugio de Respomuso, Gran Facha, Campoplano, Llena Cantal

26 junio 2013

Canal de Reñinuevo

Un día, por casualidad, me enteré de la existencia de esta recóndita canalización a través de unas fotos. Un canal de agua construido a principios del siglo XX con los medios de la época con la finalidad de la obtención de energía eléctrica. Imágenes para un sorprendente recorrido en la vertiente cántabra de Picos y que, desde entonces, se encontraba en mi lista de pendientes. En esta ocasión compartiré excursión con el Torrecerredo, club que me enseñó los señeros lugares Picos de Europa y fuente de buenos amigos. Los inagotables Picos, esos que todavía siguen sorprendiéndome con sus impactantes rincones ... 

Partimos del Jitu Escarandi, con una temperatura que en nada se corresponde a la época en la que nos encontramos. Comenzamos caminando por una pista que abandonamos pronto,  para comenzar un prolongado descenso, hasta el fondo del valle donde topetamos con el río Sobra que cruzamos fácilmente por un puente de piedra. Caminamos ahora por la senda de Traslapeña hasta llegar a un colladín donde se decide para  a reponer fuerzas y ahora ¿dónde miro? En contra de lo que suele ser habitual, nuestras miradas se fijan en el fondo del valle. Desde donde nos encontramos nuestra vista no alcanza a ver éste, pero sí se intuye el trazo de una línea que serpentea pegada a la peña, sin duda la canalización de agua del río Urdón, el motivo de nuestra presencia por estos lares.


Acometemos ahora un fuerte bajada que incluye una escalara tallada en la piedra y que termina con el sonido ensordecedor de la gran cantidad de agua que cae desenfrenada del rebosadero de la Bardina del Nacimiento. El camino bordea el cauce del río del que nos separa gran cantidad de apabullante vegetación, pareciera que estuviésemos en mitad de la jungla en lugar de a pocas horas de casa ... Cruzaremos este tremendo caudal desbocado por un puente desde el que apreciamos, aún más, la fuerza del agua.




Dejamos atrás las cascadas por un estrecho sendero en subida y, por fin, se produce nuestro primer encuentro con la canal de Reñinuevo. El canal tiene en el lateral que no está pegado a la peña un muro de contención de un medio metro de ancho y será éste sobre el que caminaremos siguiendo el camino de la corriente. ¡Vamos Cerreos!



Tranquilo caminar, con cuidado, pero sin un sentimiento de peligro, hasta que ... ¿quién se ha llevado la barandilla? Es increíble el poder de la mente, porque físicamente nuestra plataforma de apoyo tiene la misma anchura. Con un poco más precaución seguimos sin problemas y ... ¿qué pasa aquí? ¿El más difícil todavía? El muro de contención ya parece una barra de equilibrio ... Está todo previsto, esquivamos este escollo desviándonos del canal por un angosto sendero. Comienzo a comprender en qué consiste la ruta: un acercamiento al borde del canal cuanto éste lo permite y un "buscarnos" la vida por estrechos caminos en un sube-baja constante y rompepiernas.








De este modo discurrirán las siguientes horas: pasando por sedos al abismo, duchas imprevistas caídas de la peña, exuberante vegetación de una primavera a reventar y, por supuesto, ruptura de la quietud del lugar un nuestras continuas risas y parloteos. Cuando ya nos estábamos acostumbrados este deambular aparece el Corredor de Matallana: una pasarela de hormigón colgada al precipicio con una protección lateral bastante precaria ... 

Corredor de Matallana

No acabamos de recuperarnos cuando nos toca internarnos en un pequeño túnel escavado en la roca. Caminamos por unas planchas metálicas, bajo nuestros pies las aguas del canal que percibimos perfectamente entre los huecos que dejan travesaños laterales de nuestra pasarela, al frente la negrura y sobre nosotros el techo se sospecha cercano. Cuando por fin salimos a la luz retomamos los caminos a los que ya nos estamos acostumbrando. Finalmente llegamos a la caseta desde la que parte la tubería vertical para proporcionar el necesario salto de agua para generar la energía necesaria para mover las turbinas de la Central de Urdón, punto final de nuestra aventura y de esta auténtica obra de ingeniería.

Central de Urdón



14 junio 2013

El sonido del perfume


Anhelos de verano en el acto final de una primavera que no prospera. Día plomizo que alienta, aún más si cabe, el deseo estival. 

Encuentro inesperado y cita en unos minutos para departir con un buen café.

Tranquila espera en soledad.

Ojos curiosos de lo que sucede tras el ventanal, la ciudad se mueve, llena de calor y actividad compartiendo su espacio con un juego de agua artificial y el verdor explosivo de la vegetación urbana ...

El aroma a café inunda la estancia entremezclándose con el cálido sonido  de mis desconocidos compañeros vagabundos. Suena Video Games, el murmullo se va diluyendo. Mi cerebro centra toda su atención en sentir cada nota.

Una sutil ráfaga de perfume floral me imbuye en un lío de placenteras sensaciones a las que me rindo sin remedio.



16 abril 2013

14 de abril 2013: Caniellas

A doce kilómetros de Vega de Rengos por una preciosa carretera de montaña se inicia la ruta de hoy. La última vez que la recorrí el otoño enredaba caprichoso en los bosques tiñéndolos de mil colores y envolviéndolos en una tenue bruma. Hoy, sin embargo, comienzan muy tímidamente a desperezarse de un prolongado letargo preludio de la ya tardía sinfonía primaveral. Gillón es nuestro punto de inicio y la irresistible pirámide de cúspide blanca que se dibuja en el horizonte nuestro máximo anhelo.

Caniellas
Alcanzamos el precioso paraje de las Brañas Altas por buena pista y bordeamos un par de cabañas en perfecto estado hacia la ladera norte que nos llevará a próxima collada. Camino camuflado de blanco, acebos de un verde rabioso bajo un intenso cielo azul. Comienza el hechizo.



Al volver a cambiar de vertiente para bajar a la cabecera del Regueru del Rebollaz nos volvemos a encontrar frente a frente con nuestro objetivo ... continúa el embrujo. Pequeño descenso a media ladera por un angosto sendero entre acebos y escobas para encarar ya una dura pendiente hasta la Collada Chana justo en la base de nuestra aspiración. Tan sólo nos separan 300 metros del codiciado vértice geodésico que tanto ansiamos conquistar.

Emprendemos la ascensión por una zona pelada, en principio, que poco a poco da paso a un lío de escobas que con la altura intentan esconderse sobre un lecho de nieve. El embrujo al que nos tiene sometidos esta montaña nos hace olvidar lo complejo de la progresión. 

Desde la falda de Caniellas
La vegetación se difumina bajo nuestros pies al ganar altura bajo un copioso manto blanco sobre el que queda impresa la pasajera huella símbolo de nuestro esfuerzo.


Ya divisamos el vértice al fondo apostado sobre una espesa rimaya que nos preocupa en un terreno rocoso. Al llegar a la arista cimera sorteamos la gran capa de nieve por la otra vertiente sin mayores problemas y ¡deleite para los sentidos!


21 febrero 2013

17 de febrero 2013: La Paradiella

Dice que el diccionario que coleccionar significa juntar cosas por afición. El término cosas resulta bastante genérico por lo que dentro de este grupo bien pueden entrar las montañas. Superado este primer escollo  para dar por apta la definición, lo de la afición se presupone, pasando incluso a convertirse en obsesión o vicio. Cada excursión queda grabada por algún motivo. La que nos lleva a la Sierra de la Palanca supone el conseguir ese cromo que casi completa el álbum para algunos y, para mí, una nueva experiencia vagabunda en una inmejorable compañía.

El rumbo esta vez es Oeste hacia el occidente asturiano. Desayuno en Soto de Luiña y con  un corazón que nos endulza el día damos comienzo a la ruta el la plaza de la iglesia de Arcallana (Valdés).

Dejamos atrás el pueblo y caminamos por buenas pistas y, así, casi sin darnos cuenta, conseguimos divisar  nuestro objetivo que se presagia fácil de conquistar. Perfiles recortados de montañas nevadas se intuyen hacia el Sur, hacia el Norte casi al alcance de la mano, la mar. 

La Paradiella
Foto: Isabel Gómez
Dejamos las pistas y ascendemos por un corta fuegos y, poco después, llegamos al buzón de cumbres que tiene como fondo la recortada rasa costera occidental entre el Cabo Vidio y el Busto. El Pico Palancas o Paradiella presenta una altura muy modesta (715 m), pero es sin lugar a dudas es un estupendo mirador.

Cumbre Paradiella 
Foto: Isabel Gómez
El cómodo retorno lo efectuamos por los pueblos de El Pueble y Oucinera, concluyendo esta sencilla excursión justo en el momento que decide ponerse a llover. Aprovechamos esta disculpa para entregarnos al turisteo dominguero acercándonos al mar por el Cabo Busto.

Desde el Cabo Busto
Foto: Isabel Gómez

08 enero 2013

7 enero 2013: Niañu

Cuenta la leyenda que en las entrañas del concejo de Piloña el mismo Bencebú depositó una roca de dimensiones colosales. De este modo su inconfundible marca se quedó para siempre en ese lugar. Con los termómetros en negativo comenzamos a caminar partiendo del pueblo del Pedrosu, dispuestos a profanar dominios del Príncipe de las Tinieblas, decididos a hacer nuestro tan preciado botín fuera cual fuese el precio a pagar ... 

Caminamos por un buen camino paralelo al arroyo de la La Felguerina que nos hace ascender lentamente para desviarnos hacia la izquierda en el primer cruce de caminos animados por la inequívoca señal que nos indica la dirección a seguir .  Estamos aún en la umbría y la fuerte helada nocturna se hace sentir. Para cuando llegamos a la majada Pereda los rayos solares ya nos iluminan transmitiéndonos una sensación de bienestar. 

Pereda
El buen camino que traemos poco a poco se va difuminando, sin embargo el terreno es sencillo y salvamos la pendiente que nos resta para llegar al Colláu Niañu cómodamente. Una vez aquí nuestra vista se expande teniendo como telón de fondo las nevadas moles calcáreas de los Picos. Decidimos acometer la subida al pico a media ladera lo que nos lleva a vernos atrapados en un caos de escobas: naturales en un inicio y carbonizadas después. Arriba ya podemos distinguir el gran morrillo diabólico y un poco más abajo varios rebecos que escapan asustados a nuestro paso. 


Peñón del Diablo
Llegamos a la base de la gran piedra: mullido tapiz al resguardo del viento. Sin duda éste será el nuestro comedor en el día de hoy, pero antes tenemos alguna cuenta que saldar. Ni las famosas marcas del costillar del maligno son capaces de amilanarnos y con una pequeña trepada nos hacemos con nuestro preciado trofeo.


Con la sonrisa ya a flor de piel posteriormente alcanzaremos las dos elevaciones que se encuentran a cada lado del collado en el que nos encontramos: el Piedra y el Niañu cuyo nombre parece que es una derivación lugareña de la palabra diañu. A partir de aquí descenderemos, directa y nuevamente, al colláu del Niañu.


Piedra, Diente, Niañu y Colláu del Niañu
En pos de una ruta circular volvemos a salvar la pendiente que nos separa para llegar a Peñas Bravas. La luz del Sol nos alcanza ya de forma oblicua  y amenaza con esconderse rauda tras las vecinos cordales. Ya en sombra recorreremos el buen camino que dista entre el Colláu Andolléu al pueblo del Pedrosu.

Desde Peña Bravas
Una salida que nos recuerda que somos los dueños de nuestros miedos, que sólo nosotros somos los escribanos de nuestro destino en el que, incluso, podemos burlarnos del mismo diablo.

03 enero 2013

30 diciembre 2012: Tiatordos

El 2012 toca a su fin. Un año marcado por macrocifras económicas que apabullan y en el que el monte es sinónimo de sosiego. Vamos a por la última excursión del mismo: un "paseo" al Tiatordos desde Pendones (Caso). Un destino gestado a última hora fruto de la improvisación. Una meta que tiene el regusto de ser una cumbre mítica dentro de la orografía asturiana y suponer una nueva conquista para parte del grupo.

Bajo un cielo raso comenzamos a caminar enzarzados en un parloteo incesante colmado de ironía y ambiente navideño.  Pronto abandonamos la pista que cogimos en el mismo pueblo casín para caminar por empinados senderos que nos hacen ascender, paso a paso y  risa a risa, abocándonos, casi sin darnos cuenta, en la angosta Foz del Palombar por la que progresamos entre piedras hasta llegar a la Majada del Pláganu donde existe una fuente en la que es imposible abastecerse. Continuamos, pues nuestra mirada está hoy más arriba. Cruzamos una zona de escobas y pasamos justo al borde de unos tiazos de acebos. Hoy aprenderé que las bolas en las Naturaleza las llevan las hembras, lo del género humano parece ser que supone la excepción ... Ni una hoja en los árboles caducos y la nieve, aunque escasa, hace su aparición. Indudablemente el invierno está aquí.


Collada de los Acebos
Llegamos por fin a la Majada del Tiatordos ubicada justo en la base de la denominada montaña perfecta. Uno de esos parajes fascinantes que regalan los cordales de Caso. Desde aquí nos desafía el Maciédome. Aceptamos el reto, esa crestería ya se encuentra en nuestra lista de futuros proyectos.

Maciédome
Nos restan 400 metros de fuerte desnivel a la cumbre. Sin prisa, pero sin pausa vamos ganando altura. Cuando llegamos a la arista cimera contemplamos azorados como la impresionante pared nororiental se descuelga vertiginosa durante 500 m hacia el abismo del valle de Ponga. Con solo alzar la vista en el cercano horizonte los siempre sugestivos Picos. El vértice geodésico ya está cerca, nuestro objetivo está a punto de cumplirse, sólo nos separa del mismo unos pasos sobre una nieve dura que nos obliga a pensar cada paso que damos y ... ¡cumbre!

Picos desde el Tiatordos
Día de esos "que hacen afición". Mirada de 360º, borrachera total, embriaguez de endorfinas, éxtasis de montaña y frío, mucho frío.


Descendiendo de la cumbre
La comida tenemos que posponerla hasta descender, de nuevo, hasta la Majada del Tiatordos debido al gélido ambiente de la cumbre. Finalmente degustamos unos deliciosos dulces caseros navideños bajo un espléndido Sol que nos proporciona una buena temperatura. El extra de azúcar nos da las fuerzas suficientes para completar nuestro recorrido hasta Pendones. ¿Todavía alguien no entiende el porqué de nuestra afición?

Otro año por delante para llenarlo de nuevas crónicas montañeras y vagabundas, otro año para compartir  nuevos proyectos y experiencias con viejos y nuevos compañeros en este tremendo viaje que es vivir.

¡Feliz año vagabundo!

06 diciembre 2012

Regreso a Oubacho

A muchos traspasar la barrera del mes de septiembre les deprime, pues supone dejar atrás las largas jornadas de luz y buen tiempo para sumergirse, poco a poco, en la morada del frío y la noche. Sin embargo, a los que nos gusta el contacto con la Naturaleza los cambios estacionales nos encantan, pues trastocan por completo nuestro entorno y, así, aún conociendo el terreno podemos vernos inmersos en un paisaje totalmente novedoso. Una de las trasformaciones más increíbles tiene lugar en otoño. Caminar en esta época por nuestros bosques es situarse dentro de un lienzo multicolor de verdes, ocres y rojizos.


Dentro de la riqueza forestal de Asturias hay una reserva natural por excelencia. Su riqueza biológica  es incalculable, tanto que casi no somos conscientes de la misma. Este tesoro se sitúa en los confines del concejo de Cangas de Narcea y tiene el pueblo de Moal como su puerta de entrada. De acceso rigurosamente restringido Muniellos es el hogar de los rebochos, no en vano está considerado como el robledal más grande de Europa, teniendo, además,  la categoría de Reserva de la Biosfera.

Aledaños de Muniellos
Una mirada retrospectiva de mi vida me lleva a mis años de párvula. Los recuerdos que guardo de aquella época son bastante vagos y, sin embargo, alguno pervive muy claro en mi mente. Recuerdos como el de aquel día que fuimos a la gueta con la faltriquera ya las bornazas por el camino que lleva a Tablizas o el de la decepción al ver el agua marrón al llegar a la tan ansiada Laguna de la Isla la primera vez que entré en Muniellos. Pero, sin duda, los mejores son los de las largas tardes de juego con los guajes de Moal para llegar a casa sólo porque mis padres así lo solicitaban y, por supuesto, ¡directa a la bañera!

Hace más de treinta años de esos días y dos desde que volví a entrar en el bosque mágico en un día de primavera. Aquel día irremediablemente, después de dejarme seducir por la extraña belleza de las lagunas, tuve que subir hasta la escuela de Moal ... cosas de la nostalgia.

Laguna de la Isla (Muniellos)
Recientemente un intento fallido al pico Caniellas, el segundo ya y ambos por inclemencias meteorológicas,  hace que termine el día embadurnada de mis memorias de niñez. La agradable caminata mañanera en medio del orbayu y la niebla nos deja un tiempo libre inesperado. Visita al Centro de interpretación de Muniellos ubicado en una carretera que culmina en un pueblo cuyo nombre me es bien conocido. La guía de excepción que he tenido durante todo el fin de semana culmina su tarea de anfitriona de una forma sublime y hace que  treinta y dos años después mis pies paseen, de nuevo, por Oubacho  y mis ojos se encuentren frente a frente a un precioso edificio con galería en el que un día fui a escuela. Sensaciones únicas para esta excursión tan especial.

Oubacho

23 septiembre 2012

En busca del Fin del mundo


Finis Terrae
, el confín del mundo conocido, el perfecto altar para el Sol en un rincón de atmósfera mística.


La crisis y los vaticinios de los modernos brujos señalan la cercanía del fin del mundo. Cuantificar, fijar lindes y límites siempre ha sido una obsesión del hombre, un empeño casi tan grande como el del egocentrismo de nuestra raza.  Ya Aristóteles impuso el método deductivo, aquel que obtenía conclusiones a partir del razonamiento de la mente humana partiendo de axiomas considerados irrefutables y alejándose de toda observación experimental de la Naturaleza. Así estableció el centro del Universo en la Tierra, como no podía ser de otro modo, y limitó los confines del Cosmos a  través de la bóveda de las estrellas fijas.

Los antiguos griegos no dudaban que la Tierra fuera redonda dado que las posiciones en el cielo del Sol, la Luna y el resto de los cuerpos celestes variaban dependiendo de la latitud. Además, la esfera era considerada como la forma más perfecta existente ¿cómo no iba a tener nuestra Tierra semejante condición si el Sol y la Luna la presentaban?. Eratóstenes de Cirene incluso llegó a predecir, de una forma asombrosamente precisa, su tamaño aplicando sencillas reglas de trigonometría  y conociendo el hecho de que en la actual Assuán una estaca clavada verticalmente no proyectaba sombra en el mediodía del solsticio de verano cuando ésto no sucedía en Alejandría. Después Roma y la sombra de la Edad Media ...

Finisterre, el falso punto más occidental de la península, allí fijo la meta en esta nueva aventura. Una peregrinación en busca de mis propios límites sobre la bici, un camino para recorrer junto a uno de los grandes guías de mi vida, una travesía de altibajos y de decisiones imposibles a semejanza de la vida misma ...




25 agosto 2012

Walking on the Milky Way

Macizo Central o de los Urrieles, corazón de los Picos de Europa, reino de la roca y el vértigo, paraje de atracción desconcertante. Macizo Occidental o del Cornión, feudo de las majadas, el más sagrado, el de posibilidades infinitas, seducción en estado puro. Picos, otra vez Picos ... 


Cornión entre Torrecerredo y Cabrones
Con el verano su llamada se hace más intensa, imposible resistirse a la tentación. Nuevas exploraciones y conquistas, grandes reencuentros, nuevos retos en el horizonte. Recorrerlos produce electricidad en cuantos amamos este capricho geológico. La perfecta descripción de su rastro viene de la mano de un gran amigo cuya filosofía montañera tiene su cuna allá donde la mía.


Efecto Picos de La Montaña de Serbal


Urriellu
Los secretos de estas montañas son desbordantes y cuando al ocultarse el Sol caes exhausto dentro del saco  dispuesto a recuperar fuerzas para una nueva jornada, en ese momento sientes el ruido del silencio, la suave brisa de alta montaña y la magnitud del cosmos. Tu mente nada en un mar de interrogantes existenciales donde los sueños y racionalidad se enmarañan.

Y es entonces, sólo entonces, cuando comienza tu deambular por la Vía Láctea ...




  OMD - Walking On The Milky Way


31 julio 2012

21 de julio 2012: Colláu Zorru

Hay montañas que, por alguna razón, a pesar de entrar todos los años en la lista de aquellas a conquistar se muestran esquivas a dejarse querer. Mi historia de amor con el Colláu Zorru se remonta a mis, lejanos ya, tiempos de estudiante cuando subí por primera vez a mi favorito de la zona: el Recuencu. Aquel día todavía quedaban restos de nieve, pues el invierno estaba tocando a su fin, y así fue como durante el descenso trineando nos vimos la caras por primera vez. Arriba, los altaneros Picos y la perfección del Tiatordos, lo habían eclipsado totalmente.


Bajando del Recuencu (2001)
Diapo de Fran Berán
En la última década han sido diversas mis salidas por los cordales de Ponga. Un concejo de bosques, majadas y peñas de belleza turbadora, un lugar en el que perderse, el sitio perfecto para ese encuentro íntimo con la Naturaleza tantas veces buscado. En todas, el Colláu Zorruuna y otra vez, resistía altivo a mi visita.


Un día de calor sofocante partí de la Uña en su busca. Manuel Quintana tenía previsto un itinerario  precioso para poder conocerlo al fin. Paisaje típico de las montañas leonesas, sol y ese olor a verano tan característico. 


Pista desde la Uña
Caminamos por buena pista a nuestra derecha vemos la gran base del montañón que es el Picu Diez como alguien lo bautizó una vez, es decir, la gran mole de Peña Ten tras la que se atisba su  inseparable compañera Pileñes. 


Peña Ten
Cambiamos la pista por un sendero, en medio de praderías y bosques, caminando sin remedio hacia un halo blanco que amenaza con malograr mi ambicionado encuentro. En un sube y baja rompepiernas, cruzamos diversos collados y majadas en medio de la caprichosa niebla que, como nosotros, asciende y desciende en una danza tramposa e insolente, dándonos una de cal y otra de arena, haciendo totalmente impredecible qué nos tiene reservado en el picu.




Al acercarnos me doy cuenta que nuestro idilio seguirá siendo turbulento y a pesar de pisar su cumbre no me permitirá disfrutarla como se merece. En fin, ¡ye lo que hay, p´arriba! La visibilidad ahora ya es casi nula, ni un atisbo en el cielo que presagie algún cambio ... La pendiente es acusada, pero ganamos altura con facilidad. Al encarar la arista cimera sucede: conseguimos despojarnos, en parte, del halo blanco que nos atrapa.

Arista del Colláu Zorru
La cita, tantas veces pospuesta, no defrauda. Abajo un San Juan de Beleño que aparece minúsculo desde nuestra atalaya, en el horizonte se sospechan los perfiles del Maciédome, Tiatordos y el cercano Recuencu e, inesperadamente, ahí están ellos ...

Picos desde el Colláu Zorru
La bajada la encaramos hacia Beleño, primero por la desnuda montaña, después cada vez más tapados por la masa forestal hasta la collada de Les Caldes y, posteriormente, la gran pradería de Les Campes que siempre representa un oasis donde refrescarse con fresca agua. Sólo resta ese "buen camino carretero" que nos ha de llevar a la capital del concejo en la que existe una nueva piscina al aire libre, muy concurrida, para nadar bajo la protección del espectacular Tiatordos. Será un tópico, pero cierto, ¡Asturies paraíso natural!

Tiatordos

23 julio 2012

Pedaleando por Peñas

La Semana Europea de Cicloturismo en Gijón congregó a más de 1200 personas procedentes de 15 países con el objetivo de conocer este rincón del mundo de nombre Asturias a golpe de pedalCada cual vivió la Semana a su manera, a su ritmo, en función de sus objetivos personales ... cada uno ha escrito su propia historia de este evento, en la mía personal ha calado hondo por muchas razones, entre otras, por comprender que la filosofía "pisapraos" puede trasladarse fácilmente a la bici.


Algún día tuve la suerte de mezclarme entre la muchedumbre por la carretera, de empaparme de la verdadera esencia de hacer turismo sobre dos ruedas. Esta posibilidad surgió de una manera espontánea, casi de una forma necesaria, como algo que tenía que ocurrir . . .


El día anterior había coincido en el Cabo Peñas con los valientes que se habían atrevido con la ruta de nombre Sabor Marino. Confieso que sentí envidia al ver cómo habían llegado allí en bici. Me pareció una experiencia muy placentera el poder llegar a este bello rincón de Asturias de esta forma. En ese mismo instante decidí que yo también quería hacerlo.




Así fue como terminé, al día siguiente, en el alto de la Fumarea como uno más de ellos, a mi ritmo, a mi manera. Aprendiendo con modelos reales, con sabios de esta manera de entender este deporte, inyectándome en vena esta filosofía de utilizar la máquina perfecta.





La Semana terminó y yo tenía una tarea pendiente. Así que en un día simplemente excepcional, al olor de la yerba seca y con el mar Cantábrico siempre vigilando mis andanzas, llegué sobre dos ruedas allí donde un día envidié que otros lo hicieran. ¡Un deleite para los sentidos!